martes, 3 de junio de 2014

REFERÉNDUM. Monarquía - República

Tenemos una democracia que no merece tal nombre. Seguimos  con la misma constitución creada tras la muerte de un dictador que cubrió España con el velo del fascismo y la opresión durante treinta y seis años. ¿No creemos que es hora de hacer cambios? ¿De cambiar las leyes que nos rigen, las instituciones y quienes las dirigen?

El 2 de junio de 2014 abdicó el rey, pero no es eso lo que queremos, queremos un referéndum, queremos el cese de esta monarquía impuesta por un dictador fascista y totalitario. Queremos que la gente sea libre, y como tal ejerza su derecho a decidir quien le representa.
La monarquía a día de hoy nos cuesta 7.775.040 euros anuales, habiéndose visto reducida esta cuantiosa cifra sucesivas veces en los últimos años. ¿Estamos dispuestos a regalar tan suculenta suma de dinero? Aun sabiendo que el campechano Juan Carlos llegó al trono con un patrimonio muy escaso, comparado con el de sus colegas europeos, y sin embargo la revista Forbes estima su fortuna en torno a los 1.800 millones de euros. ¿Como hará este sabio rey para multiplicar así los millones? ¿Seremos el resto necios plebeyos sin saber hacer las cuantas del mes? ¿O tal vez haya algo turbio tras las cuentas reales? ¿Tal vez sea especulación? ¿Quizás robo? ¿O incluso tráfico de influencias? No, nadie cree que nuestro campechano rey lleve a cabo tales ilegalidades. Aunque pensándolo bien, algo tiene que haber cuando su hija, la infanta Cristina, ha sido imputada en un caso de corrupción en este país de dudosa igualdad jurídica...

¿De verdad queremos que esta familia nos represente? ¿Queremos tener que financiar su riqueza? Y aún mas significante, ¿Queremos que nos impongan como jefe de Estado al hijo de un rey elegido por Franco? Pero la verdadera cuestión sobre que votar en un supuesto - e improbable- referéndum es:
¿Queremos una república que evoque el gran momento de libertad, igualdad y derechos que fue la Segunda República, o preferimos una monarquía, más propia del totalitarismo del medievo que de este siglo?

sábado, 24 de mayo de 2014

Los niños de mi barrio.

Los niños de mi barrio llevan tablas viejas bajo el brazo, las rodillas y las manos destrozadas de tantas veces como se han caído tratando de mejorar poco a poco su técnica. Estos críos, llegan a casa con los pantalones rotos de alguna caída algo más dramática; y sus madres les regañan preocupadas por  no saber como decirles que ya no pueden seguir llegando con la ropa así, que ya no pueden comprarles nueva, y que como sigan poniéndoles más remiendos a los pantalones, habrá mas remiendo que tela de la propia prenda.
Pero aquí, aquí todo es distinto. Los niños llevan el último modelo de skate, tienen rodilleras y cascos caros y usan guantillas para proteger sus manos. No se preocupan si su camiseta se mancha o su pantalón se rompe,  por que al llegar a casa mami les comprará otro nuevo igual, o más caro que el anterior.


Donde yo crecí, los niños daban vueltas por el barrio entreteniéndose con el primer escalón un poco más alto que el resto que encontraran. Bajaban cuestas por las carreteras y a la más mínima el asfalto les jugaba una mala pasada y no solo les destrozaba sus ropas, también las manos y su autoestima.
Aquí es tan diferente todo... Los niños pasean por parques con inmensos jardines y sin contemplar la magnificencia de estos, se deslizan con sus nuevas tablas por rincones que derrochan belleza. Se divierten mientras contemplan la gente pasear con sus ostentosas ropas caras y sus equipos nuevos, como algo normal, están tan acostumbrados que ni les prestan atención.


Aquí nada tiene que ver con los que yo vi de niña. Pero os aseguro, que las sonrisas en las caras de los niños de aquí es idéntica a la de cualquier niño que juega feliz con sus amigos, sin importar si lo hacen con una caja, que a la segunda parada se trasforma en vieja, o con el juguete que iba dentro de está  y que lo posee un niño que nada tiene que ver con el que juega con la roñosa caja.
Los niños son niños en todo el mundo y estén donde estén, son felices.

viernes, 25 de abril de 2014

De dioses va la historia.

Nunca he creído en la existencia de un dios todopoderoso que nos vigile desde los cielos, ni me creí las mil historias de la biblia; ni que si eras bueno irías directo al cielo, mientras que como fueras malo arderias en el infierno.

Pero hoy, y cada día más, me doy cuenta que es imposible que tal criatura superior exista. Y no lo digo por que su existencia no sea empíricamente demostrable, que es obvio que la ciencia ya se ha encargado de dar explicación a todos los fenómenos de la creación; lo digo por que un ser al que suponemos benevolo, bajo ningún concepto permitiría un mundo así.
¿De verdad creeis qué si existiera un dios bondadoso iba a permitier que se mataran hermanos en guerras que rompen países?  ¿Creeis qué permiría que millones de niños murieran de hambre cada año en un mundo que, según cuentan los beatos, él ha construido? ¿Pensáis que consentiría que lapidaran a mujeres o que maltrataran a ancianos? ¿O que no haría nada para evitar la pobreza o el hambre? ¿No creeis que erradicaría las enfermedades que acaban con la vida de miles de personas en los países subdesarrollados? ¿Estáis seguros que si existiera ese dios no le quitaría un poquito de su fortuna al rico para dárselo a quien no tiene que llevarse a la boca?

Y podría seguir y seguir hasta llenar paginas enteras, pero el creyente seguirá confiando en su fé en Dios y yo no creo que pueda nunca dejar de dudar de su existencia.

CARTA DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ A GEORGE W. BUSH

"¿Cómo se siente? ¿Cómo se siente ver que el horror estalla en tu patio y no en el living del vecino? ¿Cómo se siente el miedo apretando tu pecho, el pánico que provocan el ruido ensordecedor, las llamas sin control, los edificios que se derrumban, ese terrible olor que se mete hasta el fondo en los pulmones, los ojos de los inocentes que caminan cubiertos de sangre y polvo?

¿Cómo se vive por un día en tu propia casa la incertidumbre de lo que va a pasar? ¿Cómo se sale del estado de shock? En estado de shock caminaban el 6 de agosto de 1945 los sobrevivientes de Hiroshima. Nada quedaba en pie en la ciudad luego que el artillero norteamericano del Enola Gay dejara caer la bomba. En pocos segundos habían muerto 80. 000 hombres mujeres y niños. Otros 250. 000 morirían en los años siguientes a causa de las radiaciones. Pero ésa era una guerra lejana y ni siquiera existía la televisión.

¿Cómo se siente hoy el horror cuando las terribles imágenes de la televisión te dicen que lo ocurrido el fatídico 11 de septiembre no pasó en una tierra lejana sino en tu propia patria? Otro 11 de setiembre, pero de 28 años atrás, había muerto un presidente de nombre Salvador Allende resistiendo un golpe de Estado que tus gobernantes habían planeado. También fueron tiempos de horror, pero eso pasaba muy lejos de tu frontera, en una ignota republiqueta sudamericana. Las republiquetas estaban en tu patio trasero y nunca te preocupaste mucho cuando tus marines salían a sangre y fuego a imponer sus puntos de vista.

¿Sabías que entre 1824 y 1994 tu país llevó a cabo 73 invasiones a países de América Latina? Las víctimas fueron Puerto Rico, México, Nicaragua, Panamá, Haití, Colombia, Cuba, Honduras, República Dominicana, Islas Vírgenes, El Salvador, Guatemala y Granada.

Hace casi un siglo que tus gobernantes están en guerra. Desde el comienzo del siglo XX, casi no hubo una guerra en el mundo en que la gente de tu Pentágono no hubiera participado. Claro, las bombas siempre explotaron fuera de tu territorio, con excepción de Pearl Harbor cuando la aviación japonesa bombardeó la Séptima Flota en 1941. Pero siempre el horror estuvo lejos.

Cuando las Torres Gemelas se vinieron abajo en medio del polvo, cuando viste las imágenes por televisión o escuchaste los gritos porque estabas esa mañana en Manhattan, ¿pensaste por un segundo en lo que sintieron los campesinos de Vietnam durante muchos años? En Manhattan, la gente caía desde las alturas de los rascacielos como trágicas marionetas. En Vietnam, la gente daba alaridos porque el napalm seguía quemando la carne por mucho tiempo y la muerte era espantosa, tanto como las de quienes caían en un salto desesperado al vacío.

Tu aviación no dejó una fábrica en pie ni un puente sin destruir en Yugoslavia. En Irak fueron 500. 000 los muertos. Medio millón de almas se llevó la Operación Tormenta del Desierto... ¿Cuánta gente desangrada en lugares tan exóticos y lejanos como Vietnam, Irak, Irán, Afganistán, Libia, Angola, Somalia, Congo, Nicaragua, Dominicana, Camboya, Yugoslavia, Sudán, y una lista interminable? En todos esos lugares los proyectiles habían sido fabricados en factorías de tu país, y eran apuntados por tus muchachos, por gente pagada por tu Departamento de Estado, y sólo para que tu pudieras seguir gozando de la forma de vida americana.

Hace casi un siglo que tu país está en guerra con todo el mundo. Curiosamente, tus gobernantes lanzan los jinetes del Apocalipsis en nombre de la libertad y de la democracia. Pero debes saber que para muchos pueblos del mundo (en este planeta donde cada día mueren 24. 000 pobladores por hambre o enfermedades curables), Estados Unidos no representa la libertad, sino un enemigo lejano y terrible que sólo siembra guerra, hambre, miedo y destrucción. Siempre han sido conflictos bélicos lejanos para ti, pero para quienes viven allá es una dolorosa realidad cercana, una guerra donde los edificios se desploman bajo las bombas y donde esa gente encuentra una muerte horrible. Y las víctimas han sido, en el 90 por ciento, civiles, mujeres, ancianos, niños efectos colaterales.

¿Qué se siente cuando el horror golpea a tu puerta aunque sea por un sólo día? ¿Qué se piensa cuando las víctimas en Nueva York son secretarias, operadores de bolsa o empleados de limpieza que pagaban puntualmente sus impuestos y nunca mataron una mosca?

¿Cómo se siente el miedo? ¿Cómo se siente, yanqui, saber que la larga guerra finalmente el 11 de septiembre llegó a tu casa? "

Gran Cabo, descanse donde quiera que esté .

lunes, 21 de abril de 2014

El duro ciclo de la vida.

De repente te abres, como una flor en primavera, dejas salir lo que sientes, estallas, te rompes.
Aún que no soporto verte sufrir, con los ojos desbordados y lágrimas cayendo como ríos por tus mejillas y verte así me aterra, lo necesitas. Necesitas asimilarlo, ir asumiendo poco a poco que llegará el día en el que esa persona a la que tanto amas deje de estar a tu lado. Y será duro, y lloras y gritaras lleno de rabia por que ese dios al que ella tanto rezaba no haya hecho nada por impedirlo, pero pensándolo con la cabeza fría debes sonreír. Debes sonreír por dos motivos: ella odiaría ver a 'su Nacho' así y segundo por que si ese dios existe, estate seguro de que ella va a estar sentadita a su lado.
La vida es un ciclo y lo único que se tiene seguro al nacer es que igual que viniste al mundo, de este te iras.
Lo importante es saber que cuando llegue el momento de decir adiós a esta preciosa tierra, estés rodeado de personas que te quieren y te aprecian. Lo segundo y en mi opinión más importante, es haber tenido una vida plena en compañía de las mejores personas, y puedes estar seguro que ella la ha tenido, ha compartido una parte de su vida contigo, y eso ya es motivo de júbilo. Por ello, este gnomo sabio te encomienda una misión: pasar con ella el máximo tiempo que puedas y hacerla el camino lo más llevadero posible.

viernes, 4 de abril de 2014

Tú. Siempre serás tú.

Siempre serás el recuerdo inventado de una historia perfecta con el peor de los finales.
Siempre serás el mejor final de una historia real con lo peor de nosotros.
Siempre serás tú.
Siempre serás ese sonido, esa calle, esa esquina, las galletas en la cocina y las cartas sobre la mesa.
Siempre serás la mejor de las mentiras y la peor de las verdades.
Siempre serás ese niño travieso al que defendía con garras, esa sonrisa, ese pelo, esas manos, ese nombre.
Siempre serás esos cuadros extraños, las sonrisas, los porros, lo bueno y lo malo.
Siempre serás quien me ayude a seguir adelante a pesar de no estar a mi lado.
Siempre serás mi debilidad y mi fortaleza.
Y siempre seré lo que soy gracias a ti.
Siempre serás el mejor mejor amigo que tuve durante muchos, muchos años. Siempre serás C.

Sueños que huelen como libros viejos.

Hoy he vuelto a soñar contigo. He vuelto a levantarme agitada y a no recordar lo soñado, hasta ahora. 
Ahora lo recuerdo perfectamente, he soñado contigo. Como antes, volvías a mi lado como si los años no hubieran pasado, como si nada nos hubiera separado. 
Y entonces, en lo más bonito de mi mundo contigo, ha sonado el despertador.